¿Cómo afectará a tu factura el tope al precio del gas?

Si ha habido un hecho que en los últimos 2 años ha sido capaz de pugnar con la pandemia por la atención de los medios y preocupar a la ciudadanía, ese ha sido el precio de la electricidad. La reunión mantenida el pasado Martes 26 de Abril en Bruselas entre los Ministerios de Transición Energética español y portugués con la vicepresidenta europea de Competencia Margrethe Vestager, ha logrado poner un tope al precio del gas 50€ al MWh del gas y sus ciclos combinados.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

España y Portugal tienen muchas cosas en común: lazos culturales, empresariales y familiares, una excelente gastronomía y, por desgracia, un mercado energético con unos precios absolutamente desmedidos. Más de la mitad de la población de la península está sujeta al PVPC (Precio de Venta al Pequeño Consumidor), por lo que depende de una subasta de la energía que marca el precio al que se cobrará el MWh cada una de las 24 horas del día siguiente.

En esta subasta se puja por la energía que serán capaces de producir las distribuidoras, comenzando por las más baratas (nuclear y renovables) y terminando por la más cara, el gas. El problema es que todas ellas serán cobradas al consumidor al precio de las más cara, lo que se denomina como “beneficios caídos del cielo” para las energéticas. Quédate con el nombre porque volveremos a ello más tarde.

El problema de este mercado “libre”, no es sólo que los distintos gobiernos de la Unión Europea no puedan legislar sobre él para, por ejemplo, limitar sus precios, si no que el propio mercado ha perdido contacto con la realidad del consumidor final.

El verano de 2021 cogió carrerilla y comenzó a superar los registros máximos en cuanto al precio del MWh en la península, pero el pasado miércoles 8 de marzo estableció un precio promedio de casi 545€, con 10 horas de ese mismo día superando los 600€ y alcanzando los 700€ entre las 19:00 y las 20:00. Ese promedio de casi 445€ duplicó el promedio de febrero y fue 10 veces mayor que el promedio de la última década.

La coyuntura actual no ayuda

La invasión de Rusia en territorio ucraniano ha provocado una subida inusitada en el precio del recurso más caro: el gas. Las sanciones impuestas desde Bruselas sobre Moscú han tenido como respuesta un aumento del recurso, y no podemos olvidar que Europa obtiene un 40% de su gas del gigante euroasiático.

Llegados a este punto, la Ministra Teresa Ribera y su homólogo portugués, José Duarte, solicitaron una reunión de emergencia para atajar la escalada de precios sometiendo al gas a un límite temporal de 30€ por MWh. Dicho tope supondría, en palabras de la propia Ribera, una reducción de entorno al 50% de la factura promedio de los últimos meses.

Tras la reunión del pasado 26 de abril, ambas partes cerraron un acuerdo para que el precio del gas no supere los 50€ MWh durante los próximos 12 meses. Pese a que el precio máximo casi duplica al solicitado por los líderes ibéricos, el comisario europeo para asuntos Económicos y Monetarios, ha pedido a los 27 que no disminuyan los impuestos asociados al gas y la electricidad, ya que esta bajada reduciría las expectativas de crecimiento de la Eurozona.

Por otra parte, la vicepresidenta europea de Competencia, Margrethe Vestager, abrió la puerta a que España y Portugal estableciesen impuestos sobre los anteriormente mencionados “beneficios caídos del cielo”. Según una estimación realizada por la Asociación Internacional de la Energía, estos beneficios extraordinarios podrían alcanzar los 200.000 millones de euros.

¿Cómo afecta esto a mi factura?

La previsión inicial de la Ministra Ribera ha de ser cogida con pinzas, ya que el tope al precio del gas es un 66% superior que su propuesta, y aún está por ver cuándo se pone en marcha, pero la previsión es que no lo haga hasta la semana que comienza el próximo lunes 9 de mayo. A partir de ahí, sólo el mercado puede decir cuánto disminuirá el precio final que las consumidoras de España y Portugal pagan por la energía eléctrica.

No cabe duda, no obstante, de que es un paso adelante hacia un precio más asequible y justo por la energía, pero tampoco podemos olvidar que estamos ante un mercado carente de regulación y que esta medida tiene una vigencia de 12 meses. ¿Qué ocurrirá entonces? Es difícil de pronosticar, pero lo que sí es seguro es que únicamente existe un método infalible para sonreírse cada vez que se anuncia una nueva subida del precio del MWh: el autoconsumo.

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Al contrario que los ministros de uno y otro país, tus placas solares no necesitan de una audiencia con el Sol para ofrecerte un ahorro promedio del 50% anual cuando el día está nublado. Su instalación será rápida, su mantenimiento es escaso y puedes comprobar su rendimiento de manera sencilla e intuitiva mediante una aplicación. ¿Quién necesita a Bruselas?

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