El uso de placas solares en campos de refugiados en Siria

Siria ilumina la esperanza con energía solar.

La resiliencia de un país que lleva en conflicto armado más de 10 años se ve reflejada en este caso en su instalación de placas solares en los campos de refugiados en Siria. El progreso energético nacido de la más absoluta necesidad, pero del que podemos tomar ejemplo sin ninguna duda.

Índice de contenido

• El autoconsumo como alternativa
• Uso de paneles solares en el abastecimiento de zonas en conflicto
• ¿Tienen dueño estas instalaciones?
• Sostenibilidad y recuperación energéticas

El autoconsumo como alternativa

Durante los años de conflicto la generación de energía eléctrica en Siria disminuyó considerablemente, pero tras hacerlo también los enfrentamientos constantes, las fuentes de energía renovable han ido cobrando mucha fuerza. Y la instalación de placas fotovoltaicas para el autoconsumo ha crecido como la alternativa más eficiente.

Aunque el uso de energía solar no le es ajeno al país sirio, ya que en 2017 Talal Kanaan y la UOSSM (Unión de Organizaciones de Asistencia Médica y Socorro) fundaron “Siria Solar” un movimiento que pugnaba por el uso de paneles solares en el abastecimiento energético de hospitales. La urgente necesidad de autoabastecerse en un momento de escasez ha impulsado una lucha por el cambio energético que hoy se traduce en hospitales funcionando a pleno rendimiento gracias a la instalación de 480 paneles.

Uso de paneles solares en el abastecimiento de zonas en conflicto

A medida que el país busca soluciones para abordar la escasez de energía y el alto costo de la electricidad, en las áreas rurales los paneles solares también se utilizan para proporcionar energía a hogares y comunidades locales, que de otra manera no tendrían acceso a la red eléctrica actualmente. Y esto incluye a los miles de refugiados que viven en los campos.

Las instalaciones de placas fotovoltaicas se encuentran en varios campamentos de refugiados sirios y en territorios invadidos, incluyendo los campamentos de Azraq y Zaatari en Jordania, al norte de Siria, donde los conflictos se sucedieron con intensidad.

La energía solar la emplean tanto en áreas controladas por el régimen —donde abastecen hospitales y universidades públicas— como en áreas bajo control rebelde donde estudios del University College London reflejan que su principal fuente de electricidad son efectivamente los paneles solares.

¿Tienen dueño estas instalaciones?

En cuanto a quién es el dueño de estas instalaciones de paneles solares, es probable que varíe dependiendo de cada caso específico —su gestión sí que se encuentra al mando de nombres reconocidos, como ACNUR y Cruz Roja, que no llegan a democratizar la energía, pero sí se ocupan de su correcto uso y mantenimiento—.

Algunos informes sugieren que las autoridades gubernamentales y las organizaciones internacionales han estado trabajando juntas para financiar y construir instalaciones solares en Siria que puedan llegar a abastecer no solo a instituciones, sino también a toda la población en un futuro.

Sostenibilidad y recuperación energéticas

Lo que sí sabemos es que la instalación de placas fotovoltaicas para el autoconsumo en estos campos de refugiados en Siria es que tienen múltiples beneficios para ellos. Ya que no solo proporcionan energía limpia y sostenible, sino que también reducen la dependencia de los combustibles fósiles, mejoran la seguridad de los campamentos, donde la precariedad impide a veces otro tipo de instalaciones; y proporcionan un acceso seguro y sostenible a la energía eléctrica.

El uso de paneles solares en el territorio sirio, a este nivel de implicación, es una importante solución que aporta energía limpia y sostenible a las comunidades de refugiados y a los territorios invadidos, que mejora, dentro de lo posible, su calidad de vida. Y nos abre una oportunidad a reflexionar sobre un futuro, no solo autosustentable energéticamente, sino también pacífico y comprometido con el progreso como sociedad.