¿Afecta el cambio horario a las placas solares?

Uno de los eventos que mayor discordia generan en nuestro calendario es el cambio entre los husos horarios: el legal (o de Invierno) y el de Verano. Al igual que en muchas otras materias de la vida, cada español lleva dentro un experto en consumo energético para justificar su postura ante la disyuntiva de si cambiar permanentemente cada medio año o acogerse a uno, y cuál debe ser el que prevalezca. A continuación, vamos a contarte su origen y cómo nos afecta, tanto a nivel fisiológico como en nuestro consumo eléctrico.

¿Quién tuvo esta “brillante” idea?

Pese a que existen registros de ajustes estacionales en las actividades humanas desde los tiempos del Antiguo Egipto, la versión más extendida y romántica nos dice que el autor de esta idea fue el político y brillante inventor Benjamin Franklin. Durante su etapa como embajador de los EUA en Francia, observó cómo los franceses se levantaban antes durante los meses de primavera y verano para aprovechar el aumento de las horas de luz. España no era ajena a esta costumbre de alterar los horarios sin mover las agujas del reloj, y la propia Constitución de las Cortes de Cádiz recoge este ajuste en su artículo 2.

En 1895, el entomólogo neozelandés George V. Hudson propuso adelantar el reloj 2 horas con la entrada de la primavera, pero su idea fue descartada. El auténtico impulsor del cambio horario actual es, por tanto, el constructor inglés William Willett. Difundió su idea entre 1905 y 1910 bajo el nombre Daylight Saving Time (horario de aprovechamiento de la luz del día), pero no fue hasta el estallido de la GMI que un país (Prusia) lo adoptó para ahorrar carbón.

El cambio entre el horario legal establecido y el de verano no fue instaurado en España hasta 1974, y fue realizado como gesto de aperturismo del régimen dictatorial de la época hacia Europa. De hecho, en el año 1940, el General Francisco Franco retrasó el huso horario regente hasta entonces como gesto a sus aliados alemanes e italianos, ya que el horario establecido en la península era el del Meridiano Greenwich.

No obstante, puede que el cambio de horario tenga los días contados: el BOE establece el próximo año 2026 como el último en el que se llevará a cabo si la Comisión Europea aprueba la medida. 

¿Qué ventajas y desventajas tiene?

Es posible que sea más correcto utilizar una forma pretérita para responder esta pregunta. Hasta la aparición e implantación del tendido eléctrico, las velas, la madera y el carbón suponían el único método de obtener calor y luz. Su coste era muy elevado, por lo que la población sí percibía un ahorro al tener luz natural más temprano. Ese coste se redujo enormemente con la llegada de las bombillas de filamento, pero la aparición de las bombillas de bajo consumo y LED ha hecho que ese ahorro sea prácticamente imperceptible.

Una de las grandes desventajas de la época era el desajuste horario que provocaba en la población, ya que era necesario ajustar cada reloj y dispositivo manualmente. Puede que eso suene a la Edad de Piedra, pero no fue hasta que Microsoft introdujo un ajuste inteligente preprogramado por países en su sistema operativo Windows 95. Es posible que su estabilidad dejase bastante que desear y que no funcionase de forma especialmente fluida, pero sentó las bases del algoritmo que se encarga de que nuestros dispositivos sepan cuándo adelantar o retrasar la hora por sí mismos.

¿Qué opina la ciudadanía?

La Comisión Europea realizó, entre el 4 de julio y el 16 de agosto de 2018, una consulta acerca del cambio de horario en la que participaron 4,6 millones de ciudadanos de la Unión. ¿El motivo? La gran cantidad de informes que indican un impacto negativo en la salud y la productividad de los ciudadanos de la Unión. La respuesta de los europeos fue abrumadora: 5 de cada 6 encuestados (un 84%) se manifestaron en contra del cambio horario. Ante esta tesitura, la propia Comisión decidió poner fecha para el último cambio horario, que debía producirse en Marzo de 2021, pero es bien sabido lo que ocurrió después.

El estallido de la pandemia, que inicialmente fue bautizada como Coronavirus, provocó una alerta mundial, por lo que la elección del huso horario en el que se asentará la Unión Europea quedó en suspenso hasta que la situación sanitaria estuviera bajo control. Las únicas declaraciones oficiales al respecto es que cada miembro de la Unión tiene desde Marzo del 19 la legitimidad de cambiar el horario o no y de establecerse en el que estimen adecuado.

¿Cómo afectan estos cambios a mi instalación fotovoltaica?

Como su propio nombre indica, el horario de verano se aplica cuando crecen los días porque se adelantan tanto la salida como la puesta del Sol. Obviamente, eso implica un aumento en la producción de tus placas solares, que disfrutarán de un promedio de 15 horas diarias de radiación solar. Para ser más claros, esto hará que tu nivel de autoconsumo alcance niveles que ronden el 85% por mucho que el precio de la energía vuelva a dispararse.

La principal ventaja de producir más energía solar no es solamente la económica; el hecho de tener un mayor número de horas de luz te permitirá mayor flexibilidad a la hora de programar los electrodomésticos de mayor consumo. ¡Puedes incluso realizar una recarga de tu vehículo eléctrico y aún te sobraría algo de energía fotovoltaica para almacenarla en tus baterías!

En cuanto a que 2026 sea el último año del cambio de horas, ¡no debe preocuparte! El número de horas de luz que recibirán tus paneles en verano seguirá siendo el mismo y superior al del resto de estaciones aunque mantengamos el "horario de invierno". 

En SotySolar creemos que al igual que el amor, la energía limpia no tiene horario ni fecha en el calendario. Nos mueve cuidar del planeta y ayudarte a que ahorres en tu factura de la luz. Ponte en contacto con nosotros y te llamaremos para realizar un estudio de tus necesidades energéticas para que ahorres Puedes darnos tu opinión acerca del cambio horario o contarnos si, como me ha ocurrido a mí, se te ha caído una lagrimilla recordando la fanfarria al iniciar Windows 95. ¡Súmate al cambio!